El futuro (Julio Cortázar)

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino originalde mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.

(DES) Amor

Nunca antes estuve enamorado y ahora, en un segundo tengo ese sentimiento hacia vos. Siento cosquilleos en la panza, las rodillas me tiemblan y apenas puedo balbucear algunas palabras sin mucho sentido. Tengo un poco de vergüenza, lo reconozco; temo quedar como un estúpido adelante tuyo. El solo hecho de tenerte frente a mí, hace que no me importe nada ni nadie. Fue amor a primera vista, no podemos dejar de mirarnos, ninguno sabe qué decir.Mientras contemplo tu ojos brillantes como estrellas, nos imagino fundidos en el más dulce de los besos, abrazados tan cálidamente. Me acerco un paso, te digo algunas palabras al oido y me alejo para ver tu rostro angelical, sonriendo levemente. Siento una liviandad absoluta en mi cuerpo, y a la vez, una rigidez total, producto de los nervios que me provocan tu sola presencia.Sigo mirándote a los ojos y vuelvo a murmurar las palabras más dulces que jamás oiste. Mirás para un costado, para el otro, nerviosa, dubitativa. Noto algo en tu rostro que no está bien. Ahora me doy cuenta: sos bizca. Me siento más tenso aun. No sé a qué ojo mirarte porque ahora veo que uno está realmente quieto, mientras el otro se mueve libremente. Me pregunto si será de vidrio.Digo una estupidez que te provoca una sonrisa amplia. Para mi sorpresa, noto que te falta un premolar y un incisivo. Comienzo a caminar hacia atrás y tropiezo con una silla, motivo por el cual, soltás una estruendosa carcajada. Mi estupor llega a su máximo nivel cuando huelo tu aliento a ardilla muerta.Huyo raudamente esquivando mesas, personas. Trato de cruzar la calle, pero un auto me atropella. Es el fin.Hay amores que matan.