Te sientes en peligro y por eso decides huir, aunque crees que estaría bien hacerte un chequeo general. Hace rato que piensas que el cigarrillo te está jodiendo las branquias. De todas formas, esperas que la enfermera se vaya, y tratas de levantarte.
El descanso en una cama te ha hecho bien, y tienes mucha fuerza. Aunque no sabes exactamente donde ir, piensas en la posibilidad de volver al mar. O tal vez antes puedas ir a comprar algunos alfajores para llevarle a Batman, y para quedar bien con la mujer Maravilla. (A Superman más bien le gustan las cosas saladas)
De todos modos, antes de decidir qué hacer, tienes que salir del hospital sin ser visto, lo cual es bastante sencillo en una institución pública en ese extraño país en el que te encuentras.
Te levantas de la cama y te das cuenta que has sido despojado de tu traje de superhéroe; en cambio, tienes un ambo celeste muy monono, que solo te tapa la parte delantera de tu cuerpo. Sacas una sábana, te envuelves en ella y sales al pasillo.